Las consecuencias de la pandemia de coronavirus conducirán al mayor aumento de la desigualdad mundial del que se tiene conocimiento, a menos que los Gobiernos reorganicen radicalmente sus economías, según advirtió este lunes la ONG Oxfam en su nuevo informe.
De acuerdo con el documento, las 1.000 personas más ricas ya han logrado recuperar con creces las pérdidas que registraron en los primeros días de la pandemia gracias a un mercado de valores en auge. De ellas, las 10 personas más ricas del mundo —incluidos Jeff Bezos, Elon Musk, Bill Gates, Mark Zuckerberg y Warren Buffett— vieron aumentar su fortuna en medio billón de dólares desde que comenzó la crisis. Entre tanto, los más pobres podrían necesitar más de una década para recuperar sus pérdidas.
Utilizando datos proporcionados por el Banco Mundial, Oxfam sugirió que, en el peor de los casos, los niveles de pobreza global serían más altos en 2030 que antes de la pandemia, y que 3.400 millones de personas seguirían viviendo con menos de 5,50 dólares al día.
Mientras tanto, un informe separado de la Organización Internacional del Trabajo encontró que casi el 9 % del total de horas de trabajo se perdió el año pasado en comparación con los niveles de empleo de finales de 2019, lo que equivale a la pérdida de 255 millones de empleos de tiempo completo en todo el mundo, una cifra aproximadamente cuatro veces mayor que el impacto de la Gran Recesión de 2009.
«Las economías manipuladas están canalizando la riqueza hacia una élite rica que está sobrellevando la pandemia con lujo, mientras que los que están en la primera línea de la pandemia —dependientes, trabajadores de la salud y vendedores del mercado— luchan para pagar las facturas y poner comida en la mesa«, declaró la directora ejecutiva de Oxfam International, Gabriela Bucher.
Con ello, las mujeres y los grupos raciales y étnicos marginados tienen «más probabilidades de caer en la pobreza, más probabilidades de pasar hambre y más probabilidades de ser excluidos de la atención médica», agregó la alta funcionaria.
«[Los Gobiernos] deben invertir en servicios públicos y sectores con bajas emisiones de carbono para crear millones de nuevos empleos y garantizar que todos tengan acceso a educación, salud y atención social decentes, y deben garantizar que las personas y corporaciones más ricas contribuyan con su parte justa de impuestos a pagar por eso», declaró Bucher.
«Estas medidas no deben ser soluciones temporales para tiempos desesperados, sino una ‘nueva normalidad’ en las economías que funcionan en beneficio de todas las personas, no solo de unos pocos privilegiados», agregó.