En un debate de urgencia sobre el racismo generalizado, la responsable de velar por los derechos humanos en el mundo, Michelle Bachelet, asegura que el asesinato de Floyd fue un “acto de brutalidad gratuita”, mientras que la número dos de la ONU, Amina Mohammed, afirma que el racismo viola la Carta de las Naciones Unidas y degrada nuestros valores fundamentales.
“Me llamo Philonise Floyd y soy el hermano de George Floyd. El 25 de mayo de 2020, mi hermano fue torturado y asesinado por cuatro oficiales de policía en Minneapolis, Minnesota en los Estados Unidos. Mi hermano estaba desarmado y fue acusado de repartir un billete falso de 20 dólares. Todo el incidente que muestra el asesinato de mi hermano fue capturado en cámara”.
Estas fueron las palabras con las que este miércoles abrió su emotivo testimonio ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas el hermano de Floyd.
El organismo internacional condujo un debate de urgencia sobre las actuales violaciones de carácter racial de las garantías fundamentales, el racismo generalizado, la brutalidad policial y la violencia contra las protestas pacíficas desatadas tras la muerte de George Floyd, un ciudadano afroamericano.
Philonise Floyd explicó que su familia tuvo que soportar ver esas imágenes, que incluyen los 8 minutos y 46 segundos donde un oficial mantuvo la rodilla sobre el cuello de su hermano al tiempo que suplicaba por su vida y repetía la frase “no puedo respirar”, una máxima que se ha repetido en las múltiples manifestaciones antirracistas que se han producido alrededor del mundo tras el asesinato de George.
Añadió a su testimonio que los policías no demostraron ningún tipo de piedad ni humanidad con su hermano y que “las vidas de los afroamericanos no importan en los Estados Unidos de América”, además de denunciar la violencia policial que sufrieron los manifestantes que protestaron por la actuación de los agentes del orden. “Cuando la gente alza su voz para protestar por el trato que reciben los afroamericanos en los Estados Unidos, se les silencia, se les dispara y se les mata”, sentenció.
Por último, pidió a las Naciones Unidas que ayuden a su comunidad y al Consejo que considere la posibilidad de abrir una investigación independiente que sirva para “investigar los asesinatos policiales de las personas afroamericana en los Estados Unidos, y la violencia utilizada contra los manifestantes pacíficos”, ya que como nos recuerdan las protestas “las vidas de los negros importan”.