Vuelve y juega. Esta vez el gobierno federal renunció a ejercer la defensa de la ley de salud pública conocida coloquialmente como «Obamacare», una decisión poco habitual del ejecutivo, alineándose con los Estados gobernados por republicanos e impulsores de la demanda que ya está en la Corte Suprema de Estados Unidos.
Expertos consideran que ésta posición no es más que una jugada política en tiempos de elecciones, pues se espera que la decisión no se de hasta el 2021, ya pasada la votación presidencial. La continua baja de popularidad del presidente Donald Trump por sus errores en el manejo de la pandemia del Covid-19 habría motivado la acción, intentando congraciarse con su base de electores.
La extraña decisión del ejecutivo llega en un momento en el que millones de ciudadanos dependen de la cobertura pública de salud dada la pérdida de millones de puestos de trabajo y sus polizas de salud asociadas al empleo. Estados Unidos es el país más golpeado por la pandemia del COVID-19 con más de 2.420.000 casos confirmados y 124.000 muertes.
El portavoz de la Casa Blanca, Judd Deere, escribió en un comunicado que “una pandemia global no cambia lo que los estadounidenses saben: ‘Obamacare’ ha sido un fracaso ilegal”.
Tercer análisis
La Corte Suprema de Estados Unidos ya ha fallado dos veces en favor del “Obamacare”. En el año 2012 la mantuvo por un estrecho 5-4 y en el 2015 se amplió a 6-3. En ambas votaciones ha sido el juez John Roberts quien se ha unido a los votos progresistas. Otro juez de tendencia conservadora, Anthony Kennedy, se unió a Roberts en el 2015, pero aquel ya sido reemplazado por Brett Kavanaugh.
Este caso se remonta a 2018 cuando un juez federal de Texas declaró inconstitucional una reforma a la Ley, demanda impulsada por una veintena de estados en manos de republicanos. Ese juez y un tribunal de apelaciones inmediatamente inferior a la Corte Suprema consideraron que tras la aprobación de la reforma fiscal que eliminó las multas a la obligación de tener un seguro médico, toda la Ley paso a ser inconstitucional.
Trump ha prometido desde la campaña presidencia de desmantelar “Obamacare” con el lema “derogar y reemplazar”, pero sus intentos han fallado tanto ante tribunales como el Congreso.